Soy Ingeniero en Sistemas Computaciones graduado en el Instituto Tecnológico de Villahermosa. en la capital del Estado de Tabasco, gracias a Dios y el apoyo de mis padres.
Siempre me gustó dar
clases, pues desde que estaba en el bachillerato inicié dando clases en la
modalidad de educación para adultos, de primaria y secundaria. Sin embargo,
cuando llegó el momento de elegir mi profesión, lo hice en función de la profesión
que más me gustaba, pues siempre creí con la idea, que para enseñar necesitaba
algo que me gustara y sobre todo que siempre comunicara con emoción.
Seis meses antes de
terminar mi carrera, fui a dar mi servicio en una empresa en la que después de
terminar mi servicio también tuve la oportunidad de desarrollar mi residencia
profesional y quedarme laborando, pues las personas con las que realicé mi
servicio y práctica me dieron trabajo en el área de informática. Durante cuatro
años tuve pocas experiencias en el campo laboral relacionadas con mi profesión,
decidiendo entonces dejar ese trabajo para buscar lo que realmente quería
hacer, dar clases, pero compartiendo lo que había aprendido con mi profesión e
inicié a trabajar en una escuela de computación privada dando soporte al
laboratorio de informática e impartiendo clases de las materias de informática
por un lapso de dos años; no sin antes llevar mi currículum a las escuelas de
educación media superior de mi localidad en espera de una oportunidad.
Fue en el año 2006, que se
me presentó esa oportunidad en la escuela Prefeco “Profr. Augusto Hernández
Olivé”, en la cual hasta la actualidad me he desempeñado como docente y en la
cual he tenido muchas satisfacciones y también porque no decirlo algunos
sinsabores al trabajar con alumnos del nivel medio superior.
Durante mis seis años de
experiencia en la docencia de nivel de bachillerato he aprendido que enseñar es
motivar e involucrar a los estudiantes en un proceso de construcción y
reconstrucción de sus propios conocimientos, habilidades, actitudes, afectos,
formas de comportamiento y valores, es decir, promover en los alumnos que vivan
y sientan que los conocimientos que se pretende trasmitirles están ligados a
nuestra actividad humana y no solamente es un conjunto de conocimientos que
solo deben aprender de memoria sin tener ninguna utilización a futuro.
En el momento de entrar al
aula siempre considero marcar una actitud dinámica con el propósito de generar
el clima apropiado que garantice la fluidez de las relaciones que establezca
con mis alumnos. Esto me da la posibilidad de fomentar un ambiente rico en
situaciones de crecimiento.
Posteriormente doy a
conocer el tema del día y el objetivo que se pretende al desarrollar dicho
tema, mencionando las reglas que se deben cumplir durante la sesión del día
para establecer un ambiente de control y manejo de la disciplina en el aula.
Después de desarrollar y
explicar el procedimiento para que el alumno comprenda el tema, el cual está
contenido en la planeación de clases preparada previamente, indico a los
alumnos las actividades que deben realizar ya sea de manera individual o en
equipo; considerando que los primeros que terminen retroalimenten a aquellos
que les cuesta un poco más para lograr la comprensión del tema en todos
los alumnos. Esta actividad la realizan los alumnos bajo la organización de un
servidor.
También es importante mencionar
que el objetivo que me propongo al enseñar, es despertar la capacidad crítica
del estudiante, su potencialidad de análisis, es decir, que el alumno no acepte
ninguna afirmación a la ligera, sino que analice y pueda emitir un juicio hacia
una situación determinada.
Una vez logrado que el
estudiante sepa analizar, valorar, cotejar, criticar, diagnosticar, mi posición
como docente es respetar las concepciones, ideas y decisiones correctas a las
que él, libremente, se adhiera; siempre dirigiéndole cuando es necesario en su
pensar hacia los demás y hacia sí mismo.
Para mí, ser docente es
algo complejo, sublime y más importante, algo que va más allá del hecho de
enseñar alguna asignatura como español, matemática, biología u otra asignatura.
Creo que enseñar es dirigir personas autónomas y libres, es ofrecer los ojos
propios para que los alumnos puedan mirar la realidad sin miedo. Esto no
implica solo dictar horas de clases, sino dedicar alma, exige no solo
ocupación, sino vocación de servicio. Es esforzarme por ser verdadero amigo de
cada uno de mis alumnos, ya que ellos no son cosas para barrerlas, son
personas, con su propio mundo intelectual y emocional, y debo necesariamente
cooperar con ellos para que hagan el mejor uso de sus posibilidades y potencialidades.
Como profesor me he
percibido como un individuo cuya responsabilidad es la dirección del
proceso de enseñanza aprendizaje, lo cual lleva implícito las actividades de
organizar, regular, controlar y corregir el aprendizaje de mis alumnos y
también el propio. Lo anterior me exige el hecho de estar en constante
interacción y comunicación con mis alumnos, mis compañeros de docencia y en
general con toda la comunidad de la institución donde desarrollo mis
actividades como docente y es precisamente cada uno de estos aspectos los que
considero en el momento de llegar a mis actividades en el aula.
Agradezco a Dios la
oportunidad que me ha dado de poder desarrollar esta actividad tan sublime,
pues el ser docente de bachillerato ha significado para mí poder sentir que he
cumplido con mi vocación, pues siento que a pesar de no ser docente de
profesión, si lo soy de vocación, pues siempre mi interés es preparar algo
nuevo para darlo a conocer a mis alumnos, viviendo y compartiendo con
ellos la frase que mencionara Sor Juana Inés de la Cruz, “Yo no estudio para
saber más, sino para ignorar menos”.
Para concluir quisiera
mencionar que muy pocas veces me he sentido insatisfecho en la labor que he
realizado, solo en ocasiones me he sentido poco satisfecho cuando les ofrezco a
mis alumnos alguna asesoría extra clase y veo que algunos a pesar de no ir muy
bien la rechazan, sin embargo, me anima el hecho de que siempre hay quienes las
quieren y aprovechan. Por otra parte las satisfacciones que he tenido a través
de mi labor docente son muchas, pero solo quiero mencionar que una de las más
grande para mí ha sido ser asesor de terceros años; alumnos que al terminar el
ciclo, te dan un abrazo agradeciendo todo lo que como docente pudiste darle y
en ocasiones hasta llorando por haber logrado finalizar esta etapa de educación
y teniendo ya un lugar en el nivel superior, no hay palabras para describir lo
que se siente.
El
poder cursar esta especialidad ha sido muy significativo en mi desarrollo como
docente, pues he podido fortalecer mi conocimiento sobre el modelo de educación
en México basado en competencias y en muchos de los casos he podido aplicar los
conocimientos adquiridos en el desarrollo de las actividades en el aula con los
alumnos mejorando con esto mi desarrollo como docente.
Hola Rodolfo.
ResponderEliminarTe saludo con gusto y te felicito por la creación de tu blog, así mismo comparto tus ideas sobre la especialidad, efectivamente nos ha servido para fortalecer nuestros conocimientos y poderlos aplicar en el aula, para el bien de nuestros alumnos.saludos.
Que tal Profesor Rodolfo…
ResponderEliminarYa había tenido oportunidad de leer tu reflexión acerca de tu confrontación con la docencia, la cual es muy interesante y muestra tu satisfacción al estar en el área del magisterio, después de tu experiencia en el sector privado. También he podido apreciar el dominio que ya tienes en los blogs. Al entrar ya al espacio de los blogs, espero que en el desarrollo de las actividades de fin de especialidad pueda dominar este recurso y realizar aportes también a mis estudiantes.
Te felicito por tu competencia en los blogs, y ojala que la mayoría de los docentes que estamos preparándonos, seamos de gran trascendencia en la aplicación y ejecución de la RIEMS y podamos involucrar las tecnologías a nuestros ambientes educativos.
Un cordial saludo y estaré atento a tus publicaciones.
Carlos Caravantes